La leyenda cuenta que hace años, en la selva amazónica, había un ave volando en búsqueda de su color. Un día, mientras volaba sobre la selva, la exuberante belleza verde de la vegetación la impacto con tanta fuerza que la hizo perder de su camino. Mientras volaba entre los arboles y sobre los ríos, se encontró con unos chamanes, quienes convocaron animales mágicos con la magia del fuego. El ave se encontraba completamente inmerso en un paraíso sin igual.

Al amanecer del siguiente día, cuando el ave comenzó a volar sobre la selva, se dirigió hacia un resplandor de fuego. A medida que se acercaba, se encontró una planta misteriosa con frutos de colores intensos, que lo hipnotizaron y lo invitaron a probarlos. Segundos después, el ave sintió que su cuerpo era apoderado por una sensación mágica que parecía estar transformándolo. Encontró muchos frutos similares con sabores diferentes, los cuales probó y recolecto durante su viaje.

El ave pronto se olvido de la búsqueda de su color, y en su lugar, descubrió que al probar cada fruto de un sabor diferente, su cuerpo se llenaba de magia y sus plumas se pintaban de rojo brillante, amarillo, verde y blanco.

Una mañana, mientras el ave bebía el agua del rio, vio su reflejo en el agua. Para su sorpresa, el ave se dio cuenta que ya no era el mismo; se había transformado en una majestuosa guacamaya! El ave decidió tomar los frutos que había recolectado y llevarlos a donde los chamanes, quienes los convirtieron en salsas de distintos colores y sabores, llenas de pasión e intensidad. Decidieron compartirlas con el mundo, y para que todos supieran de donde venían, las llamaron “Amazon”, en homenaje a la selva amazónica, lugar donde la magia empieza.